Nuestras queridas montañas

Las montañas, esa creación divina que surge de movimientos y temblores de la tierra. Se arruga, se deforma, crece, se llena de vida, se nutre, las montañas….

Existen montañas muy conocidas, existen montañas muy altas, existen algunas únicas e incluso existen algunas que solo los habitantes del lugar donde se alzan las conocen y veneran.

Se le puede poner nombre a la montaña más alta del mundo (Everest 8.848 m) pero no a la más pequeña, ya que por debajo de 700 m no recibe el titulo de montaña, sino de colina.

Sin duda, todos en algún momento de nuestra vida nos asombramos de lo maravilloso que es estar en lo más alto de una montaña y como una vez arriba, contemplas el camino que has recorrido para llegar hasta allí y lo increíble de la naturaleza, la libertad que sientes al respirar ese aire puro y sobretodo el descubrir lo pequeños que somos en el mundo rodeados de tanta naturaleza.

En este nuevo artículo hablaremos de lo importante que es descubrir y disfrutar de las montañas, sea cual sea la actividad que quieras realizar en ellas.

Solo existen 9 países en el mundo donde no hay montañas, así que te quedan 184 en los que puedes ir a subir sus montañas.

Muy probablemente una de las actividades más practicadas por los amantes de la naturaleza y las montañas es el senderismo o trekking. Se trata de calzarse unas botas, una mochila, unos bastones, unas buenas reservas de comida y bebida para alcanzar la cima. Hoy en día existen millones de rutas marcadas por todo el mundo, miles de empresas con expertos guías que nos facilitaran y nos mostraran lo mejor del lugar que estamos descubriendo.

Afortunadamente en los últimos años la facilidad y el abaratamiento del material para poder iniciarse en las actividades de montaña han hecho que cada vez más personas puedan disfrutar de una jornada o de unas vacaciones rodeadas de grandes rocas infinitas.

Las montañas, como el mar, lo son todo en este planeta y para muchas personas son lugares sagrados donde encontrarse con sus dioses, donde sentirse libres, donde desconectar de todo.

Hay montañas rodeadas de cientos de otras montañas, hay montañas donde se alzan templos, hay montañas desiertas, hay montañas que nunca fueron pisadas, pero sobretodo, existe una montaña en la que nos sentimos en paz y con una energía especial.

¿Cuál es la tuya?

Hoy en día en las montañas convivimos practicando diferentes deportes muchas personas. Depende de la época del año hay montañas más concurridas que otras.

Cuando la belleza rocosa se tiñe de blanco, uno de los deportes más practicados es el esquí alpino o el esquí de travesía. Cuando el invierno da paso a la explosión de saltos de agua, flores, aromas, verde, animales, vida, se inicia la primavera que suele ser la época donde más personas van a la montaña a practicar senderismo, ciclismo, trailruning, escalada, contemplación, yoga y un largo etc.

Una vez la primavera da paso al verano, es momento de ir a buscar las cimas más altas donde poder bajar la temperatura de las cotas bajas y refrescarse en los todavía lagos de agua creados de la nieve acumulada del invierno. Y entonces llega una de las transformaciones más espectaculares que la naturaleza nos brinda, el otoño…las montañas se desvisten de sus atuendos de hojas, se tiñen de colores, la tierra desprende un olor especial, el viento moldea las nieblas. Es seguramente uno de los momentos más especiales para andar, correr, fotografiar lo increíble y camaleónicas que pueden llegar a ser las montañas.

Sea cual sea la época que escojas para ir a las montañas, sea cual sea la actividad, recuerda que allí, en medio de selvas de montaña, de cimas despejadas, de rocas infinitas, de bosques húmedos, de sea como sea la montaña en la que estas, eres solo un invitado…

Se trata de no dejar rastro, de que algo que fue creado hace miles de años no debe ser transformado por la mano del hombre. Respétala, entiende y mira a tu alrededor, observa y recuerda que nosotros solo estamos de paso, ellas se quedaran para las próximas generaciones.

“Sube montañas no para que el mundo te vea, sino para que tú puedas ver el mundo“